Una enfermería más fuerte, un sistema sanitario más robusto

Cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) proclamó el 2020 como el Año Internacional de la Enfermera y la Matrona, seguramente nadie podía imaginar cómo el mundo iba a ir afrontando, a medida que fueran transcurriendo los días, las consecuencias derivadas de una crisis mundial de salud pública.

“Ha habido que transformar los hospitales dos veces”, explica a Healthinking el presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), Jesús Sanz Villorejo. “Una para adaptarlos a la pandemia”, lo que ha “obligado a reinventarse espacios, a instalar equipamiento o a montar Unidades de Cuidados Intensivos donde no las había”, y otra para “volver a la normalidad” mediante el diseño de “circuitos COVID y no COVID” y la paulatina recuperación de espacios para poder atender las patologías “que durante los peores días de la crisis no pudieron ser atendidas”.

Sin duda, no era esta la visibilidad que la OMS esperaba para el personal de enfermería de cara al año 2020. Sin embargo, esta situación ha servido para poner en valor el papel que juegan día tras día el conjunto de los profesionales sanitarios y, entre ellos, las enfermeras. “Obviamente, la pandemia ha puesto de relieve ante toda la sociedad” su papel “fundamental” en los cuidados y la necesidad de “empoderar a las enfermeras” de cara a la toma de decisiones estratégicas y operativas.

“Es absolutamente necesario que participen en la toma de decisiones estratégicas de las instituciones, explica Sanz Villorejo, pues “viven la realidad directa de los pacientes”. “Sin su participación (…) no se van a tomar decisiones en las que se tengan en cuenta esos aspectos”, lo que puede derivar en que se terminen “repitiendo en el tiempo los mismos esquemas culturales de los que venimos”, añade.

Esta necesidad de dar voz a los profesionales de enfermería es especialmente relevante en el momento actual, en el que las enseñanzas del coronavirus han abierto un debate público sobre la necesidad de mejora del sistema sanitario.

De cara a esta reflexión, uno de los aspectos que preocupa especialmente en el sector es el de la coordinación de la asistencia sanitaria y social, en especial, en las residencias de personas mayores. “Se han tomado decisiones que han llevado a que muchos pacientes hayan muerto en soledad sin que sus familias hayan podido acompañarlos. Esto es algo que obliga a repensar el sistema, a que haya más recursos sanitarios en estas instituciones y a pensar si esas decisiones han sido las más correctas, puesto que ha habido mucho dolor para las familias, los pacientes y residentes de estas instituciones y para los profesionales que trabajaban en ellas”, ha lamentado Sanz Villorejo.

Otro aspecto de especial relevancia para el presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería es la necesidad de reforzar la Atención Primaria en el marco de un modelo sanitario que gira alrededor del hospital.

Jesús Sanz Villorejo es Graduado en Enfermería, Licenciado en Antropología Social y Cultural y Doctor por la Universidad Europea de Madrid. Profesor e Investigador del Departamento de Enfermería de la Universidad Europea de Madrid, Director de las Clínicas Universitarias de la Universidad Europea y Presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE).

“Estamos convencidos de que la Primaria tiene que ser cuidada: hay que destinar más recursos, dar más protagonismo a quienes trabajan en ella, y (potenciar) la telemedicina, las herramientas de teleconsulta, los telecuidados, la monitorización a distancia de determinados parámetros, etc. Es algo que ha venido para quedarse”, añade.

Ya en el propio marco de la profesión enfermera, Sanz Villorejo explica que “es evidente que los ratios que hay en España de enfermera por número de población o por pacientes, o los pacientes que una enfermera atiende en una unidad de hospitalización, están muy lejos de la media europea e incluso en la franja baja” comunitaria. “Un número suficiente (de enfermeras) garantiza unos cuidados de calidad, que disminuyan las complicaciones, y, por tanto, incrementa la seguridad del paciente. Eso es algo que este país debe plantearse”, indica.

Por otro lado, Sanz Villorejo también considera necesario hacer mejoras en el ámbito de la especialización en enfermería, en la necesidad de que haya enfermeras en los colegios de una manera reglada y en la figura de la “enfermera de enlace, la enfermera gestora de casos, que no se ha desarrollado por igual en todas las Comunidades Autónomas” y que supone “un elemento facilitador para el paciente en su transición entre Primaria y el hospital” permitiendo dar continuidad a los cuidados que requiere.

Pero, si hay un elemento “imprescindible” en todo este proceso de revisión e impulso de nuestro sistema sanitario es la necesidad de alcanzar un pacto por la Sanidad. “Creo que es absolutamente imprescindible, no podemos permitirnos que cada vez que se produce cambio de Gobierno haya un bandazo en determinadas estrategias, haya temas que se queden sobre la mesa porque no figuran en la agenda en ese momento. Creo que el sistema sanitario es algo que ayuda a que vivamos en una sociedad más justa, equitativa, saludable y feliz. Contribuyendo a que en el ámbito de trabajo seamos más eficientes y productivos. Además, debemos tener en cuenta la cantidad de puestos de trabajo que genera y la riqueza que aporta al país”, reclama.

En definitiva, quizás este 2020 no se recuerde en el futuro por su denominación como Año Internacional de la Enfermera y la Matrona, tal y como esperaba la OMS en su día. Pero sí será recordado por el papel que miles de enfermeras desarrollaron en otros tantos hospitales para atender y cuidar a las personas cuyas vidas se vieron afectadas o interrumpidas por la irrupción de la pandemia.

Su trabajo ha sido más visible que nunca. Sus rostros han sido y seguirán siendo protagonistas. Sin embargo, su experiencia, su voz y el conocimiento de las necesidades de los pacientes tiene una formidable relevancia de cara a la construcción de un sistema sanitario más robusto y más preparado para el futuro.

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