Los 8 temas que protagonizarán el debate sanitario en 2022

El pasado mes de enero, desde este mismo think tank destacábamos los diez ejes clave para el debate sobre sanidad a lo largo del año, intentando así vislumbrar los cambios precisos que se requerían para construir el futuro del país en materia de sanidad. Después de doce meses de continuas situaciones fuera de lo ordinario, y con la transformación del Sistema Nacional de Salud como una de las principales órdenes del día, desde Healthinking queremos seguir poniendo sobre la mesa la relevancia de la salud y todo su ecosistema.

Por ello, tras las distintas conversaciones mantenidas a lo largo de los últimos meses con expertos procedentes de diversos ámbitos (ciencia, comunicación, gestión sanitaria…), en las siguientes líneas pondremos de manifiesto los ocho grandes temas sobe los que pivotará el debate sobre el sistema sanitario a lo largo del próximo año.

  1. La co-gobernanza: la unión hace la fuerza.

La cooperación entre el sector científico y el gobierno es cada vez más relevante. La descentralización de la sanidad en España aporta múltiples aspectos positivos en el desarrollo de nuestro Sistema Nacional de Salud, pero es necesario no perder el foco en lo importante: la cooperación. La pandemia ha reforzado la relevancia de la co-gobernanza entre comunidades autónomas, la cual se ha convertido en uno de los hitos claves del sistema actual, por lo que la transversalidad y el trabajo conjunto entre el gobierno y las múltiples instituciones sanitarias, científicas y tecnológicas se plantea como todo un reto a afrontar mediante la cohesión, la coordinación y la coherencia de los mensajes.

  1. La salud digital: como los datos nos permiten anticiparnos.

La influencia de la salud digital está generando un nuevo modelo de organización capaz de adaptarse al entorno, más horizontal y siempre en constante evolución. Uno de los índices que destacan su relevancia es el papel que la salud digital está adoptando en las estrategias del gobierno.

Un claro ejemplo es el impulso y desarrollo de la Estrategia de Salud Digital, dotada con más de 675 millones de euros encuadrados dentro del Mecanismo de Transformación, Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España. Dicha estrategia dará impulso a las herramientas para transformar el modelo asistencial del SNS en los próximos años, con tres grandes líneas de actuación que sirven de eje para articular los contenidos e iniciativas asociados a la misma. La primera de ellas es el desarrollo de servicios sanitarios digitales orientados a las personas, a las organizaciones y a los procesos que integran el sistema de protección de la salud, con un enfoque de equidad. La segunda es la generalización de la interoperabilidad de la información sanitaria con, por ejemplo, actuaciones como la e-interconsulta o la gestión de casos para la atención al usuario y familia. La última es el impulso a la analítica de datos relacionados con la salud, sus determinantes y el sistema sanitario.

  1. Profesionalización de la gestión sanitaria

La reacción inmediata y la alta capacidad de resolución son dos de las principales aptitudes que la pandemia ha reforzado dentro del sector sanitario; la emergencia casi espontánea de pequeños equipos que se gestionaron para ser lo más eficientes y rápidos posibles es un ejemplo.  De hecho, la rápida reacción y organización de muchos profesionales, entre los cuales una gran mayoría nunca había tomado decisiones referentes a la gestión de personas y recursos, ha sido uno de los grandes hitos a destacar y para tener en cuenta como aprendizaje de la situación.

Por ello, es esencial entender y considerar la profesionalización de la gestión como medida y marco para mejorar la autogestión que se ha producido de una manera espontánea durante la pandemia. La gestión debe ser un elemento de creación de valor para todo el ecosistema sanitario, y un punto esencial en la transformación del sistema, por lo que es indispensable dotar de las herramientas necesarias para que los profesionales sanitarios desarrollen cierta autonomía en este aspecto y puedan llevar a cabo una gestión eficiente y eficaz.

  1. Sin salud mental, no hay salud  

En España, y según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), a lo largo del primer año de pandemia, un 6,4% de la población ha acudido a un profesional de la salud mental por algún tipo de síntoma, el mayor porcentaje (un 43,7%) por ansiedad y un 35,5% por depresión. Así pues, la salud mental ha sido una de las cuestiones sanitarias que la pandemia ha puesto más en relieve.

La importancia que dicha cuestión va a tener en el debate sobre el sistema sanitario se puede ver plasmada en la aprobación, por parte del gobierno, de la Estrategia de Salud Mental del SNS para el período 2022-2026. Dicha Estrategia incorporará un enfoque de derechos de la ciudadanía, integración social y lucha contra el estigma y la recuperación de la persona, dentro de un marco de promoción de la salud mental de la población y prevención, detección y atención a las personas con problemas de salud mental.

  1. El tratamiento de la cronicidad, un cambio de paradigma

La pandemia ha demostrado que, para que la transformación del Sistema Nacional de Salud sea lo más positiva posible, es necesario un cambio de paradigma en el enfoque a la atención al paciente.  A día de hoy, tenemos un sistema sanitario enfocado totalmente a la atención al paciente agudo, y con una pirámide poblacional de población envejecida se debe pasar a un sistema de atención a lo crónico. Con la crisis sanitaria, son múltiples los vacíos sanitarios que se han puesto en relieve, y se ha corrido el riesgo de que el paciente, sobre todo el paciente crónico, no COVID, se haya sentido abandonado, sin posibilidad de acceso al sistema sanitario.

En el proceso hacia ese cambio de paradigma, será indispensable devolver a la asistencia sanitaria su origen de prevención y educación de paciente; la atención domiciliaria, por ejemplo, es un aspecto a tener en cuenta dentro del cambio.

  1. La atención primaria y la medicina personalizada de precisión

La atención primaria, uno de los ejes vertebradores del sistema sanitario, se ha puesto más en valor que nunca tras la irrupción de la COVID-19; el colapso durante la pandemia ha resaltado su importancia tanto en el día a día como en situaciones extremas como la vivida. Por ello, es esencial proyectar su relevancia, desde todo tipo de actores e instituciones, al paciente.

De hecho, el paciente ha pasado de tener un papel pasivo dentro de los procesos sanitarios a tener un papel activo y esencial. Múltiples de los temas que hemos expuesto como relevantes para este 2022 lo resaltan; de la cronicidad a la educación en salud.

Ante los múltiples puntos que Healthinking ha destacado, la medicina personalizada de precisión es y será otro de los hitos clave en la transformación del Sistema Nacional de Salud, ya que permite que un porcentaje de pacientes con diferentes tumores puedan recibir tratamientos dirigidos (personalizados, dirigidos a estas alteraciones moleculares o genómicas que provocan el desarrollo del tumor) los cuales tienen una mayor especificidad y por tanto una mayor eficacia y menor toxicidad comparados con los tratamientos convencionales.

En esta línea, la medicina de precisión es un reto necesario para estar a la vanguardia de la investigación. El ámbito y enfermedad en el que está más enfocada la medicina de precisión, aunque también se puede desarrollar en otras áreas, es con todo lo referente a los tumores, por lo que requiere de planes estratégicos nacionales que fomenten su implementación para evitar inequidades diagnósticas y terapéuticas en el territorio nacional. Además, la implementación de esta estrategia debe ir acompañada de proyectos de investigación, e indicadores de calidad que permitan la integración de los datos de los pacientes y compartir la información generada, siempre bajo un marco regulatorio que asegure el tratamiento de los datos y la confidencialidad de la información.

  1. La colaboración público-privada: cómo estimular la alianza entre las empresas, los centros del SNS y los centros de investigación

Son múltiples los actores que contribuyen y forman parte del ecosistema sanitario, y es esencial tener en cuenta y otorgarles un espacio donde evolucionar a todos ellos. Si en uno de los puntos anteriores se hablaba de la importancia de la co-gobernanza entre las distintas Comunidades Autónomas, la cooperación entre las distintas organizaciones e instituciones que conviven y son actores importantes en el desarrollo de la transformación del Sistema Nacional de Salud, es un hito indispensable.

Ciudadanos, sociedades científicas, empresas farmacéuticas y gobiernos; la coordinación y colaboración entre estos cuatro actores será clave para el desarrollo de todos los hitos principales sobre los que se pivotará el debate sobre la transformación del sistema sanitario. De hecho, se podría decir que la colaboración público-privada será uno de los cimientos sobre los que se deberá construir el Sistema Nacional de Salud.

  1. Enfoque One Health  

Una sola salud. El concepto de One Health se define como “los esfuerzos de colaboración de múltiples disciplinas que trabajan local, nacional y globalmente para lograr una salud óptima para las personas, los animales y el medio ambiente.” Aunque no sólo se centre en la salud física o mental de las personas, es esencial entender el enfoque One Health como un paraguas clave bajo el que trabajar desde el Sistema Nacional de Salud, considerándolo también como una oportunidad para coordinarse con las estrategias europeas que también actúan bajo el mismo paraguas.

Debido a la volatilidad del entorno y a las constantes situaciones fuera de lo ordinario en las que nos encontramos estos últimos tiempos, una de las certezas más estáticas que hay es la necesidad de construir y tener como base un sistema de salud fuerte, resiliente, innovador y que no deje a nadie atrás. Por ello, desde Healthinking tenemos el convencimiento de que es esencial analizar constantemente las necesidades de todo el ecosistema sanitario y actores que lo forman, para poder actuar e impactar positivamente en la salud de las personas.

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